Gabriel Carrasco Hurtado
Resolución
de 2 de julio de 1984 de la Subsecretaria de Justicia por lo que se anuncia la rehabilitación
del título de Vizconde de Robredo (BOE de 12 de septiembre de 1984)
Los dos
títulos que resaltamos en el título no son a stricto sensu de la Casa de
Santisteban pero si son por causa o traen causa en la Casa de Santisteban o
mejor dicho son una continuación de uno de sus miembros, uno importante como lo
fue Don Alvaro de Benavides y de la Cueva, en cuanto que fue esposo de la
titulada.
Don Alvaro
de Benavides, hijo del V Conde de Santisteban del Puerto y de Doña Isabel de la
Cueva, nació en Santisteban del Puerto en 1558.
Casó con
doña María Manuel Bazán de Benavides, hija de don Manuel de Benavides, último
Señor y I Marques de Jabalqinto (otra rama de los Biedma/Benavides) y de doña
Catalina de Rojas y Sandoval.
Don Alvaro es un hijo ilustre de Santisteban del Puerto en la denominación que
nos legó Don Joaquin Mercado Egea.
Fue
segundón en la Casa de Santisteban pero fue un alto servidor de la Corona: fue
Rector de la Universidad de Salamanca, oidor en la Real Chancillería de
Valladolid, supernumerario del Consejo de Castilla y Consejero de Camara de
S.M., entre otros.
Falleció en
Madrid en 1612.
En
paralelo, su esposa, “…/…Doña María, fue dueña de honor de la reina y
recibió en marzo de 1627 el título de vizcondesa de Robredo y en junio del
mismo año el de marquesa de Villarreal. Un hijo suyo, Bernardo, obtuvo en 1620
la encomienda de Herrera (Calatrava), y otro, Álvaro, falleció el 19 de marzo
de 1628 a la edad de veinticinco años…/..”, en estos términos la describe
Ricardo Gómez Ribeiro en la biografía que hace de Don Alvaro para la Real
Academia de la História.
Pero, qué
títulos eran estos que mereció Doña María por sus servicios alrededor de la
Corte.
El de
Marquesa de Villarreal es concretamente el Marquesado de Villa Real de
Perullena. Según la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España y Títulos del Reino,
efectivamente, el título fue de nueva concesión a favor de Doña María Benavides
de la Cueva y Sandoval, por Felipe IV el 19 de agosto de 1627.
En el
título la sucedió (Mogorvejo, Endika de: 1998) su hija (de Doña María y Don
Alvaro) Doña Isabel de Benavides (Santisteban) y Benavides (Jabalquinto).
Doña Isabel
se casa con su pariente el II Marques de Jabalquinto (tio carnal, hermano de su
madre) y así el título entra en el perímetro de la Casa de Jabalquinto; luego,
a su vez con su hija Doña Isabel Francisca, III Marquesa de Jabalquinto y de
Villa Real de Perullena.
Palacio
del Marqués de Villa Real de Perullena en el Puerto de Santa María. Construido
por Don Agustín Ortuño y Ramírez en 1742 (foto de autor desconocido)
En 1751 las
Casa de Jabalquinto, ya dentro de la de Benavente enajena el título favor de
Don Agustín Ortuño y Ramirez, Merced de 31 de marzo de 1751.
Don Agustín
es un comerciante y pertenece ya a la burguesía gaditana (Mercedes García
Pazos: 1989), el paradigma de la nobleza evoluciona; “por el matrimonio de
la Marquesa Pascuala Ortuño y Somoza con su primo Francisco de Paula Iribarren
Aguirre, pasa a la familia; por el matrimonio de la Marquesa Francisca de Paula
Iribarren Ansoategui con D.Miguel Torres Zayas, a los Torres Iribarren” (archivo del Marques de Villa Real de
Perullena).
Y, así,
llegamos a la actualidad al XIV Marques de Villa Real de Perullena en la
persona de Don Miguel Torres Topete, según Real Carta de Sucesión de 19 de
julio de 1999.
El caso del
Vizcondado de Robredo es otra extrañeza en el devenir histórico de la Casa de
Santisteban, doblemente; primero por como titulábamos este post y segundo
porque es un título que se concedió en su día a Doña María pero a día de hoy no
figura en la Guía de Títulos de la mencionada Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España y Títulos del Reino.
El título
del Robredo coincide plenamente con la gran posesión que adquirieron Don Alvaro
y Doña María, la tierra y los cortijos de los robredos o el robredo, al sur del
término municipal de Santisteban del Puerto.
Los
Robredos o los Robledos estuvieron ligados a los Jabalquinto hasta mediados del
siglo XIX en el que, curiosamente, los adquirió otro Benavides: Don Antonio Benavides
Fernández Navarrete sucesor de una de las ramas desgajadas de los Santisteban,
primero, y de los Jabalquinto, después.
El hecho es
que parece haber caído en el olvido dos veces en su dilatada historia.
Es
fehaciente que se otorgo a Doña María de Benavides el 15 de marzo de 1627,
curiosamente unos meses antes del de Villa Real de Perullena, pero a partir de
ahí no encontramos una sucesión en el título y sí una extraña rehabilitación;
358 años después se solicita con anuncio
previo –a modo de conditio iuris – en el Boletín Oficial del Estado.
El 2 de
julio de 1984 Doña Asunción Delgado Sánchez de Irangüen solicita la
rehabilitación del titulo de Vizconde de Robredo.
No nos
consta que se rehabilitara el título.