Gabriel CARRASCO HURTADO
Se acaba de presentar el “Diccionario Biográfico Electrónico”, de
la Real Academia de la Historia DB~e, en un acto presidido por S.M. el Rey
Felipe VI.
La puesta en marcha y desarrollo de la
edición electrónica tiene el objetivo principal de crear una red cultural y
social en torno a contenidos de tipo histórico-biográfico vinculados con todos
los territorios que han formado parte, a lo largo de la Historia, de la
Administración española.
La Real Academia de la Historia ha
concebido la edición electrónica del Diccionario como entorno digital en el que
conectar los intereses de tipo histórico-biográfico. No solo se mantiene de ese
modo la red de instituciones y personas que han participado en el proyecto del
Diccionario Biográfico Español, sino que podrá ampliarse a la generalidad de
los ciudadanos que tendrían la opción de acceder a contenidos culturales en
línea al tiempo que podrán contribuir a la mejora del proyecto a través de sus
comentarios y aportaciones generando una sindicación de contenidos.
La primera aportación es la publicación
electrónica de los datos biográficos mínimos de los más de 40.000 personajes
que se incluyen en la primera edición del Diccionario Biográfico Español. De
cada uno de ellos, se aportan sus lugares, ámbitos geográficos y fechas de
nacimiento y muerte, así como los ámbitos disciplinares en que destacaron.
Además de la localización alfabética, se
permite una búsqueda por la etiqueta que explota tanto el nombre y los
apellidos como los seudónimos, sobrenombres o títulos nobiliarios por los que
el personaje pueda ser conocido. Desde cada una de estas entradas secundarias,
se remite a la principal, cuyos datos se pueden exportar en formato de texto.
Como muestra de esta valiosísima
herramienta hemos escogido, de varios, tres nombres importantes en la historia de
El Condado:
El primero de ellos es, quizá, el político más importante natural de Navas de San Juan, como lo fue el Prior de San
Juan Bautista: Don Tomás Ruiz Tauste:
Ruiz Tauste, Tomás. Navas de San
Juan (Jaén), 5.III.1772 – ?, p. m. s. XIX. Diputado, prior de Navas de San Juan.
Hijo de Tomás Tauste, de quien tomó su
nombre, fue presbítero-prior de Navas de San Juan (Jaén).
Diputado por la provincia de Jaén en las
Cortes Generales y Extraordinarias (1810-1813). Elegido el día 25 de enero de
1813 por los doce electores correspondientes en el Ayuntamiento de Jaén, según
la Instrucción de 1º de enero de 1810 y la Orden de las Cortes de 21 de junio
de 1812. Se le otorgó su poder el 29 de enero de 1813, siendo aprobado por las
Cortes en la sesión pública del 16 de marzo, aunque se mandó pasar a la
comisión de Constitución un recurso del Ayuntamiento constitucional de
Villanueva del Arzobispo en el que se exponía que, en la Junta electoral del
partido de Úbeda, se excluyó para aquella elección al elector parroquial,
Antonio de Uceda, por ser exfreile, aunque legítimamente secularizado, por lo
que se solicitaba de las Cortes que sobre este punto se hiciese la
correspondiente declaración. No debió haber ningún impedimento, pues juró y
tomó posesión de su cargo tres días después (marzo de 1813). Tuvo una muy
escasa participación activa, no interviniendo en ningún debate y perteneciendo
a una sola comisión, la Eclesiástica, en la que entró a formar parte,
sustituyendo al diputado por Cataluña, Félix Aités.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de
los Diputados, Serie Documentación Electoral, 2 n.º 4.
Congreso de los Diputados, Diario de
sesiones de las Cortes Generales y Extraordinarias, Madrid, Imp. de J. A.
García, 1870; J. M.ª García León, Los diputados doceañistas, t. II,
Cádiz, Ayuntamiento, 2006, pág. 536; M. Urquijo Goitia (dir.), Diccionario
biográfico de parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz. 1810-1814, Madrid,
Cortes Generales, 2010 (CD-Rom).
García León, José María, Tomás Ruiz
Tauste, en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico (en
red, www.rah.es)
Como continuación hemos escogido la biografía
que genera el DB-e de la Real Academia de la Historia del gran Mendo de
Benavides, fundador de la Iglesia Colegio de Santiago de Castellar:
Benavides
y Merino, Mendo de. Santisteban del Puerto (Jaén), ¿1569? – Murcia,
17.X.1644. Jurista, fiscal del Consejo de Órdenes Militares, oidor del Consejo
de la Inquisición, presidente de la Chancillería de Granada y obispo.
Era hijo natural de Diego de Benavides y
de la Cueva, conde de Santisteban y caudillo mayor del obispado de Jaén, y de
Teresa Merino, sobrina nieta del cardenal Esteban Gabriel Merino, cuando ambos
eran solteros.
Fue dedicado al estudio, comenzando su
preparación primero en la Universidad de Salamanca y después en la de
Valladolid como colegial en el Colegio Mayor de Santa Cruz, donde se licenció
en Derecho Canónico. En 1598 ejerció la docencia en esta universidad
impartiendo Instituciones Civiles.
En 1609 ocupó la plaza de oidor en la
Chancillería de Valladolid. En 1610 recibió el hábito de la Orden Militar de
Santiago y muy pronto pasó a ocupar el cargo de fiscal del Consejo de Órdenes
Militares. En 1617 ingresó en el Consejo Supremo de la Inquisición, primero
como oficial para ascender posteriormente a fiscal y oidor. El 23 de julio de
1624 fue nombrado presidente de la Chancillería de Granada en sustitución de
Martín Fernández Portocarrero.
A propuesta de Felipe IV fue nombrado en
1633 obispo de Segovia y consagrado el 1 de enero de 1634 en la iglesia
colegial del Sacromonte en Granada.
En mayo de 1635 por disposición del Rey
hizo una visita de inspección a los cuatro colegios mayores de Salamanca, los
cuales comunicaron el hecho al colegio mayor de Santa Cruz de Valladolid para
que supieran a qué atenerse. En 1641 fue promovido al obispado de
Cartagena-Murcia y en esta ciudad falleció; en el trascoro de su catedral
recibió sepultura. Se afirma que su cuerpo fue trasladado posteriormente a la
iglesia que fundara en Castellar.
Por el amor a su tierra y por hacer bien
a sus habitantes llevó a cabo lo que desde muy joven tenía pensado, que era
fundar una iglesia bajo la advocación de Santiago, que decidió establecer en
Castellar, en tierras señoriales del condado, para lo que dedicó los bienes y
rentas conseguidos antes de ser obispo de Segovia según escrituras ante notario
de 1633 y 1634. Fue una fundación eclesiástica, a modo de Colegiata (así se le
llama), con carácter de centro docente aprobada por el obispo de Jaén Fernando
de Andrade y Castro, pues de las veinticuatro capellanías (doce mayores y doce
menores), cinco de las mayores, por oposición, estaban dedicadas a impartir
Decretales, Decreto, Doctrina Moral y Gramática para enseñar a medianos y
mayores; en las capellanías de menores dos estaban dotadas para maestros, una
de niños y otra de gramática, mientras que otras las dedicaba a una capilla de
música con organista y ministrales. No se conocen las constituciones que
redactara Mendo de Benavides, pero se conservan los estatutos de la fundación
aprobados en 1693 por el papa Inocencio XII. El edificio destaca por su
sobriedad; en él el clasicismo queda resaltado por elementos greco-romanos. En
el centro de la fachada hay una hornacina con la escultura de Santiago
flanqueada por escudos gemelos con las armas de los Benavides.
Bibl.: Fvndación, constitvción y
patronazgo de la Yglesia o Capilla del Castellar condado de Santisteban [...], Nápoles,
Regia Emprenta de Carlos Porfile, 1693 (Capilla de Santiago del Castellar); M.
Sanjuán Moreno, Santisteban del Puerto y su comarca: datos históricos, Madrid,
R. Velasco, 1909, págs. 113-116; J. L. Martínez Bara, Catálogo de
informaciones genealógicas de la Inquisición de Córdoba conservadas en el
Archivo Histórico Nacional, vol. I, Madrid, 1970, págs. 89- 90; J. Mercado
Egea, La muy ilustre villa de Santisteban del Puerto, Madrid, 1973,
págs. 262-263; P. Galera Andreu, Arquitectura de los siglos XVII y XVIII
en Jaén, Granada, Caja General de Ahorros y Monte de Piedad, Seminario de
Estudios, 1977, pág. 192; M. Caballero Venzalá, Diccionario
Bio-Bibliográfico del Santo Reino, vol. I, Jaén, Instituto de Estudios
Giennenses, 1979, págs. 230-232; P. Gan Giménez, La Real Chancillería de
Granada (1505-1834), Granada, Centro de Estudios Históricos de Granada y
su Reino, 1982, pág. 198; J. Martínez Millán y T. Sánchez Rivilla, “El Consejo
de Inquisición: (1598-1700)”, en Hispania Sacra, 36 (1984); R.
Gómez-Rivero, “Consejeros de Órdenes. Procedimiento de designación
(1598-1700)”, enHispania. Revista Española de Historia, vol. LXIII/2, n.º
214 (mayoagosto, 2003).
Coronas Tejada, Luís, Mendo de Benavides
y Merino, en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico
electrónico (en red, www.rah.es)
Por último Don Antonio Benavides y Fernández de Navarrete, el Ministro
Benavides. Era natural de Baeza pero su vecindad más arraigada la tuvo en
Villacarrillo. Don Antonio fue propietario del gran latifundio de Santisteban
del Puerto conocido desde antiguo como Tierras y Cortijos de los Robledos. Esa
posesión al sur de Santisteban del Puerto condensa no poca historia de lo que
fue la vida en El Condado.
Añadir que el Ministro Benavides fue Académico
de la Historia y posteriormente Director al que sustituyó, por razones de edad,
Don Antonio Canovas del Castillo.
La autoría es de Don Juan Soto Climent.
Benavides
y Fernández de Navarrete, Antonio. Baeza (Jaén), 20.VI.1807 –
Villacarrillo (Jaén), 23.I.1884. Ministro, embajador en la Santa Sede, senador,
diputado e historiador.
El origen de su apellido se remonta a
Alfonso VII. En 1376, Enrique II le otorga a un antepasado el señorío de
Santisteban del Puerto (Jaén). En 1473 Enrique IV eleva este señorío a condado,
que luego Felipe V convierte en ducado, que pasa a Medinaceli por casamiento de
la III duquesa de Santisteban del Puerto (1746-1805) con el XII duque de
Medinaceli (1749-1846).
Hermano menor del IV señor de Santisteban
del Puerto, muerto en 1454, fue Manuel Benavides Mendoza, rama de la que
procede Antonio.
La infancia de Benavides transcurrió
entre su pueblo natal y Villacarrillo, donde su padre tenía propiedades y fue
alcalde en 1819. precisamente en ese año, se trasladó a estudiar a Granada. Se
matriculó en Leyes y fue nombrado doctor en 1826, cuando sólo contaba diecinueve
años, y al año siguiente, catedrático de Novísima Recopilación. En 1828 fue
miembro del claustro de la Universidad de Granada y vocal de la Junta de
Hacienda.
Llamado por su tío Martín Fernández de
Navarrete, marino e historiador, que en esta fecha era director de la Real
Academia de la Historia, llegó Benavides a Madrid en 1830. Se interesó por la
historia a la vera de su tío y de ahí quizá nacieron sus aficiones políticas.
El 19 de julio de 1831 el rey Fernando
VII creó una Real Audiencia en la isla de Puerto Rico, de la que Benavides fue
nombrado fiscal y luego juez oidor.
Volvió a España en 1836 y en 1837
contrajo matrimonio con María Antonia Godínez y Cea Bermúdez, unión de la que
nació su único hijo en 1838 que murió a los siete años de edad.
Perteneció hasta 1834 al Partido Liberal.
En ese año, los liberales se dividieron en moderados y progresistas, y entre
los primeros se encontraba Benavides.
Diputado por Jaén en 1836, en las Cortes
que dieron a luz la Constitución de 1837, fue elegido nuevamente diputado por
Jaén en 1839.
En 1842 fue nombrado miembro del
Instituto Histórico de Francia. En 1844 ostentó el cargo de jefe político de
Madrid y ese año Isabel II lo designó ministro Togado del Tribunal de Guerra y
Marina, “con retención del Gobierno Político de Madrid”. El 13 de abril de
1844, S.M. la Reina le encarga, junto al general Valdés y Joaquín Camón,
formularan un Reglamento sobre la cuestión “negrera”. El 13 de noviembre de
1844 Isabel II le concedió la Gran Cruz de la Real Orden Americana de Isabel la
Católica y ese mismo año salió diputado por Granada.
También en 1844 empezó a gestarse dentro
de los moderados una escisión con el nombre de los puritanos, que se oponían a
la modificación de la Constitución de 1837 entre los que se encontraba
Benavides.
Con la oposición de los puritanos se
aprueba la Reforma Constitucional defendida por Narváez.
En 1847 tenía el cargo de ministro de
Gracia y Justicia de manera interina. En marzo de ese mismo año, Isabel II pasó
el gobierno a los puritanos en la persona de Pacheco que nombró ministro de la
Gobernación a Benavides. En este gobierno asumió la difícil tarea de unir a
Isabel II con su esposo Francisco de Asís, cuyo matrimonio estaba roto, hasta
el punto de vivir separados, uno en el Palacio del Pardo y otra en el de La
Granja. Después de dos largas conversaciones, el Rey consorte puso como
condición que saliera de Madrid el general Serrano, condición que no se cumplió
y como consecuencia de ello cayó el Gobierno Pacheco a los seis meses escasos
de su formación.
El 5 de marzo de 1847 fue nombrado
académico de la Historia, llegó a director interino en 1862 y definitivo en
1864, luego lo sería a perpetuidad. Admitida su renuncia por razones de edad el
9 de diciembre de 1881, lo sustituyó Antonio Cánovas del Castillo.
El 14 de diciembre de 1852, el general
Roncali formó Gobierno en el que, en una remodelación hecha unos días después,
entra Benavides de ministro de la Gobernación. De este Ejecutivo opina
O’Donnell: “El verdadero Presidente es Benavides, que tiene más talento y
malicia que sus compañeros”.
Breve fue la duración de este gobierno,
ya que en julio de 1853 Benavides era gobernador civil de Madrid. El 11 de
febrero de 1853, la Reina había concedido a Antonio merced del hábito de la
Orden Militar de Santiago.
En diciembre de 1857 se creó la Academia
de Ciencias Morales y Políticas, de la que Benavides fue miembro desde su
fundación.
En el gobierno que formó Lorenzo Arrazola
en febrero de 1864 entra Benavides de ministro de la Gobernación.
Este ejecutivo sólo duró cuarenta días.
En diciembre de 1864 era presidente del
Gobierno el general Narváez, al que presentó su dimisión el ministro de Estado
Alejandro Llorente, sustituido por Benavides, que dimitió el 19 de julio de
1865, y más tarde todo el gobierno. Benavides ya no volvió a ser ministro,
aunque en 1868, primero Narváez y a la muerte de éste (23 de abril de 1868)
González Bravo, le ofrecieron la cartera de Marina o Estado, que rechazó.
El 18 de septiembre de 1868 se produjo la
sublevación de Cádiz que condujo al exilio a Isabel II.
Benavides y su esposa acompañaron a la
soberana a Francia. Volvieron a España por orden de la Reina en noviembre del
mismo año. Se constituyó en Madrid un gobierno provisional que presidió el
general Serrano, que dedicó sus esfuerzos en buscar un Rey para España.
Finalmente las Cortes votaron el 16 de diciembre de 1870 a Amadeo de Saboya,
que reinó con el nombre de Amadeo I. Abdicó éste el 11 de febrero de 1873 y se
proclamó la Primera República el 11 de junio. En este tiempo Benavides redujo
su actividad política. En 1872 fue nombrado académico de la Lengua para ocupar
el sillón C mayúscula.
El 29 de diciembre de 1874 el general
Martínez Campos restauró la Monarquía en la persona de Alfonso XII. Cánovas,
que años antes había formado el partido alfonsino, tomó la presidencia del
Gobierno y nombró a Benavides embajador en la Santa Sede.
Las dos principales misiones encomendadas
al representante español ante el Vaticano fueron: acelerar la venida a España
del nuncio para restablecer relaciones y atraer a la Santa Sede hacia la figura
del Rey, ya que algunos círculos vaticanos simpatizaban con Carlos VII. En
aquellos momentos la Guerra Carlista tomaba fuerza en el norte de España. Las
dos cuestiones fueron hábilmente negociadas por Benavides con éxito. Se planteó
entonces la reforma del artículo 21 de la Constitución de 1869, sobre la
libertad de culto, y Antonio, profundamente religioso y tal vez influido por su
hermano el cardenal, se puso del lado del Vaticano y tuvo que dimitir y volver
a Madrid en octubre de 1875, no sin que antes Pío IX le impusiera la Cruz de la
Piana Pontificia, que sumó a las de Portugal, Carlos III, Isabel la Católica,
Caballero de la Orden de Santiago, etcétera.
A la muerte de su esposa en 1881, trasladó
su residencia a su casa de Villacarrillo (Jaén), donde poseía propiedades
agrícolas que se extendían por otros términos colindantes. Benavides murió el
23 de enero de 1884. El certificado de defunción dice que de “apoplejía
pasiva”. Su cuerpo está enterrado en el cementerio del citado pueblo jienense.
Juan Rico y Amat escribió algunos breves
juicios de sus coetáneos que ilustran la consideración que se tuvo de su
persona. Así: “Escritor fácil y elegante, orador cáustico y ameno, erudito sin
pedantería, Benavides ejerce una merecida influencia en la Cámara y los
Partidos”.
Y el marqués de Molins dijo de él: “Su
lenguaje correcto y fácil, su estilo más bien ameno que sublime; cuando
combativo vuelve a la defensa de su opinión queda su adversario maltrecho y los
espectadores regocijados [...]”. “Caballero de mediana estatura, más bien
grueso que delgado, de fisonomía festiva y casi burlona, la color encendida, la
barba rasa y escaso pelo. Usaba anteojos que más parecían ocultar, que no
ayudar la penetrante malicia de sus miradas”.
Sánchez Fuentes concluyó: “No lleva nunca
papeles ni apuntes de sucesos, ni fechas, todo lo tiene en la cabeza y hace de
ello uso con la mayor discreción”.
Además de las obras citadas a
continuación, en algunas fuentes se le han atribuido estos otros títulos, de
los que no se ha encontrado referencia: Historia Política de Fernando VII;
Historia Política de España de 1820 a 1823; Amadeo de Saboya Antipapa; Las
Repúblicas Musulmanas en España; Examen crítico de la Historia de Ávila.
Obras de ~: Compendio histórico
filosófico de todas las monarquías, con la biografía de todos los reyes y
príncipes reinantes hasta el día, Madrid, Rivadeneyra, 1852, 3 vols.; “Memoria
sobre la guerra de Granada y los textos y conciertos que precedieron a las
capitulaciones de la ciudad”, en Memorias de la Real Academia de la
Historia (Madrid), t. VIII (1852); con A. Oliván, Discursos
pronunciados en el Congreso por los Señores Diputados Don Antonio Benavides y
Don Alejandro Olivan, en la sesión del 9 de diciembre sobre el párrafo 17 de la
Contestación al discurso de la Corona, Madrid, F. Pascual, 1857; Memorias
de Fernando IV de Castilla, Madrid, 1860, 2 vols.; “De la indiferencia política”,
enRevista Española (Madrid), año I, t. III, n.º 44 (noviembre, 1862),
págs. 77-78;Discurso leído a la Real Academia de la Historia por su Director el
Excmo. Sr. D. Antonio Benavides al terminar el trienio de su Dirección en
1867, Madrid, Imprenta de José Rodríguez, 1868; “Consecuencias inmediatas
del testamento político otorgado por Carlos II”, en Revista Mensual (Madrid),
t. II, n.º 6, 15 de junio de 1868, págs. 129-153; con M. Roca de Togores,
marqués de Molins,Discursos leídos en la Academia de la Historia, en la
recepción pública del Marqués de Molins, el día 29 de junio de 1869.
Contestación del Sr. D. Antonio Benavides, Madrid, Real Academia de la
Historia, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, 1869; “Regencias de España
en el presente siglo”, en Revista de España (Madrid), t. XXII, n.º
88, 25 de octubre de 1871, págs. 465-477 y t. XXIII, n.º 89, 10 de noviembre de
1871, págs. 5-19; con M. Roca de Togores marqués de Molins, Discursos
leídos ante la Real Academia Española en la recepción del Sr. D. Antonio
Benavides, el día 24 de Noviembre de 1872. Contestación del Excmo. Sr. Marqués
de Molins, Madrid, Imprenta y estereotipia de M. Rivadeneyra, 1872;
“Tradición del laurel de la Zubia”, en Boletín de la Real de la
Historia (Madrid), t. I, cuad. I (noviembre), 1877, págs. 14-26.
Bibl.: I. A. Bermejo, La
Estafeta de Palacio: (historia del último reinado); cartas trascendentales
dedicadas a S.M. el Rey de España Amadeo I, Madrid, Imprenta de R.
Labajos, 1871- 1872; J. Rico y Amat, El libro de los diputados y
senadores: juicios críticos de los oradores más notables desde las Cortes de
Cádiz hasta nuestros días: (2.ª parte de la historia política y parlamentaria
de España), Madrid, Est. tip. de Vicente y Lavajos, 1862-1866; C. García
Montoro, Antonio Benavides Fernández Navarrete, trabajo de fin de
carrera, 1971 (inéd.); J. Soto Climent, La Arquilla del Ministro, Baeza,
Grupo M&T-Publicaciones, 2003; B. Pellistrandi, Un discours national?
La Real Academia de la Historia entre science et politique (1847- 1897),Madrid,
Casa de Velázquez, 2004, págs. 377-378.
Soto Climent, Juan, Antonio Benavides
y Fernández de Navarrete, en Real Academia de la Historia, Diccionario
Biográfico electrónico (en red, www.rah.es)
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Con informaciones de la Real Academia de
la Historia y de la Casa de su Majestad el Rey.
Las imágenes se corresponden con pantallazos de las entradas correspondientes en el DB~e.