Gabriel Carrasco Hurtado
Fuente:
Navascués Palacio, Pedro (1983). Un palacio romántico:
Madrid, 1846-1858
La
villa de Madrid es sede de la Corte del Reino de España
ininterrumpidamente desde 1.606, aunque lo fue desde siempre en su
itinerancia constante a partir de su ocupación cristiana, en el
reinado de Alfonso VI de León (finales del s. XI); y, como centro de
poder genuino, el solar que hoy ocupa el Palacio Real, lugar
parapetado en una terraza de la ribera del Manzanares.
Es
costumbre y necesidad desde tiempo inmemorial que la nobleza gravite
sobre la Corte porque, además, su función es precisamente esa: ser
corte; bien en funciones políticas, militares u otros desempeños.
Teniendo
en cuenta este periodo de tiempo que va desde el s. XVII hasta
nuestros días, vemos como los nobles españoles, a pesar de tener
importantísimas posesiones en todos los territorios de la Corona,
mantienen residencias preeminentes en Madrid.
En
principio se articulan en la cercanía del Real Alcazar, hoy el
Palacio Real, para luego expandirse por otras zonas, y, ya, como
última costumbre se salen un poco hacía las afueras como forma más
amplia y saludable.
Hemos
querido reseñar en estos apuntes la relación entre el alejamiento
efectivo de la Casa de Medinaceli (matriz de la de Santisteban del
Puerto) con la Corona entre los siglos XIX y XX, con el decaimiento
de sus palacios madrileños haciendo especial hincapié en la que es de
facto la rotura del vínculo con la Villa y Corte: el derribo y venta
del Palacio de Uceda o de Medinaceli de la Plaza de Colón.
Palacio
de Medinaceli en la Carrera de San Jerónimo
En
1873 Ángela Apolonia Pérez de Barradas y Bernuy , esposa del XV
Duque de Medinaceli y V Duque de Santisteban del Puerto, Luis Tomás
Fernández de Córdoba Ponce de León, abandonó el magnífico
palacio de la Carrera de San Jerónimo. Este cayó en la ruina y
finalmente fue demolido en 1910.
De
este palacio “del Prado” se mudó al de la Palza de Colón donde
nació el 16 de abril de 1917, Victoria
Eugenia Fernández
de Córdoba y Fernández de Henestrosa, XVIII Duquesa de Medinaceli,
hija del XVII Duque de Medinaceli y VII Duque de Santisteban del
Puerto.
Pero
la cercanía palatina había llegado a su fin y el matrimonio de Doña
Victoria Eugenia de Medinaceli con Don Rafael de Medina y Villalonga
hizo cambiar el centro de gravedad de la Casa de Medinaceli a la
ciudad de Sevilla.
El
palacio sucumbió al desarrollismo español y a la especulación de
los sesenta del s. XX. En 1964 fue vendido y demolido; podemos decir:
destrozado.
Antigua
papelera del Archivo General de la Casa de Santisteban, con el escudo
de armas del linaje Benavides en el frontal. Fuente: Fundación Casa
Ducal de Medinaceli (Palacio Tavera, Toledo)
Fuente:
“Dos desconocidos reglamentos de archivos nobiliarios del siglo
XVIII”, Antonio Sánchez González
No
hay que olvidar que los papeles de Santisteban del Puerto, es decir:
la unidad archivística del Estado de Santisteban del Puerto de los
Benavides, después de salir de Santisteban del Puerto y pasar por la
Casa de la Calle del Nuncio, en tiempos del I Duque de Santisteban,
pasó por el palacio “del Prado” y estuvo en este palacio de la
Plaza de Colón hasta 1961.
A
continuación el palacio desde distintos enfoques y en distintas
épocas...
Demolición del palacio de Colón en 1964
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Las ilustraciones son de autoría desconocida.