Las tradiciones tienen el
sentido de mantener un camino hacia una verdad histórica; el mantenimiento de
algo de forma fiel y acrítica.
Si se modifican, se
adaptan, se les añade etc… no sucede nada más, que se conforma algo nuevo.
Si hablamos de la
tradición de Santa María de la Estrella en el Estado de Santisteban del Puerto,
encontramos dos oraciones en su manifestación más genuina, la de antífonas o
cánticos sencillos.
La primera que se cantó en
momentos muy precisos, siempre, fue la Salve Regina o Salve.
En la fotografía momento
en la cruz “de termino”, (1) en el paraje de Las Peñuelas de Las Navas de San
Juan.
Dios te Salve, Reina y
Madre de Misericordia,
vida, dulzura y esperanza
nuestra, Dios te Salve.
A ti clamamos los
desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos gimiendo y
llorando en este valle de lágrimas.
Ea pues, Señora abogada
nuestra,
vuelve a nosotros esos tus
ojos misericordiosos;
y después de este
destierro,
muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre.
Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros Santa
Madre de Dios.
Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
La segunda y quizá más
desconocida es la que cantaban los hermanos, clero de los prioratos de Santa
María del Collado y de San Esteban Protomártir, frailes del Convento y
Monasterio de San Francisco y los devotos en general de Santa María de la
Estrella de la Villa de Santisteban del Puerto, cuando el 8 de septiembre
retornaban de dar su fiesta en la Ermita del Calar de la Estrella.
A partir de un descanso en
la desaparecida Ermita de San Sebastián de Santisteban del Puerto hacían “un
alto en la cima de la calle del Pozo de Santisteban y desde allí Clero y
Cofrades con cirios encendidos y entonando los cantos y oraciones del
Magnificat (2) entraban en Santa María del Collado, terminando cantando la
Salve dentro del Templo" (3).
Magnificat anima mea Dominum,
et exultavit spiritus meus in Deo salutari meo,
quia respexit humilitatem ancillae suae.
Ecce enim ex hoc beatam me dicent
omnes generationes, quia fecit mihi magna
qui potens est, et sanctum nomen eius,
et misericordia eius
ad progenie in progenies timentibus eum.
Fecit potentiam in brachio suo,
dispersit superbos mente cordis sui,
deposuit potentes de sede,
et exaltavit humiles,
esurientes implevit bonis,
et divites dimisit inanes.
Suscepit Israel puerum
suum
recordatus misericordiae
suae,
sicut locutus est
ad patres nostros
Abraham et semini eius in
saecula.
El
pueblo de Las Navas de San Juan dulcificó los cánticos de las fiestas
sincréticas de Los Mayos en plegarias que los devotos elevaban a la Virgen de
la Estrella.
De hecho, Los Mayos,
cierran la fiesta litúrgica dentro de la propia celebración. Con el clero
celebrante presente.
¿A quién le echaré por
Mayo,
por Mayo y por esposa?:
a la Virgen de la
Estrella,
que su cara es una rosa.
Es la Virgen de la
Estrella
la que más altares tiene,
porque no hay ningún
navero
que en su pecho no la
llave.
¿Quién ha de ser el galán,
que del ramo coge flores?
Es Jesús de Nazareno
que muere por sus amores.
El primer día de mayo
es de rango y alegría,
porque sale nuestra Madre,
la Reina de Andalucía.
El que pase por tu ermita
y no te rece una Salve,
ni es cristiano, ni andaluz,
ni es española su sangre.
Del trigo sale la harina,
y de la harina la flor;
y de la flor de la harina
sale un Divino Señor
para la Hostia Divina.
Abrid las puertas del
templo
que pase la Inmaculada,
nuestra Madre de la
Estrella
Y Patrona de las Navas.
Le habéis cantado a la
Madre
y al Hijo os lo dejáis;
el mejor ramo de flores,
mira que bien lo miráis.
La despedida te echo,
la que echan los
marineros,
con el sombrero en la mano
quédate con Dios, Lucero.
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Fotografía de Lucía Carbonera, por cortesía de
Manuel Zapata Parrilla.
(1) Cruz “de término”, trasladada a su ubicación
actual en 1903. Anteriormente estuvo en el abrevadero que constituía lo que hoy
es el principio de la Calle de la Cruz de Las Navas de San Juan.
(2) Oración basada en unas palabras que María
dirigió a Dios en una visita a su prima Isabel.
(3) Marcial Medina Berzosa.