Gabriel Carrasco
Hurtado
A Homage to Velásquez, Luca Giordano. National
Gallery
50 años de Conde –y de condado- son muchos años;
fueron, uno tras otro, los que ostentó Don Francisco de Benavides Dávila y Corella su título más querido: Santisteban del Puerto.
Sucedió fundamentalmente en las postrimerías del
siglo XVII, que es lo mismo que decir en el ocaso de los Austrias y dentro de
la Casa de Santisteban estamos hablando de uno de los periodos más importantes,
si no el que más.
En la edad moderna (podemos retrotraernos al mediévo
y definitivamente a la monarquía visigoda) la nobleza es el summum social y en
la cúspide la Grandeza una distinción ya regulada en el s XVI y que extinguió
sus privilegios jurídicos hasta bien entrada la restauración de la monarquia
borbónica de 1975.
Este noveno Conde de Santisteban se dedicó al
servicio de la Corona como continuación de sus antepasados; desde aquel primer
señor de Santisteban y aquellos Caudillos del Obispado y Reino de Jaén…
A estas alturas la Casa había ampliado sus horizontes
increíblemente, sin ir más lejos su padre, Don Diego de Benavides y Bazán, llegó
a Virrey del Peru.
Palazzo reale, Napoli. Palacio
Real de Nápoles, antiguo de los Virreyes de Nápoles. Foto: pietro scerrato
Pero Don Francisco llegó a la joya de la Corona: el
Virreinato de Nápoles.
El Profesor Luis Ribot nos hace un magnífico y
preciso relato de la vida del IX Conde y de como consiguió ser él y dar a la
Casa (de Santisteban) la máxima distinción nobiliaria: la Grandeza de España,
que no tiene nada que ver con la nobleza titulada. La Grandeza de España se
sitúa inmediatamente después de la Corona y el Principe de Asturias; se trata
del trabajo “EL IX CONDE DE SANTISTEBAN (1645-1716). PODER Y ASCENSO DE UNACASA NOBLE A TRAVÉS DEL SERVICIO A LA CORONA” (Lo recoge ESPACIO, TIEMPO Y FORMA, REVISTA DE LA FACULTAD DE GEOGRAFÍA E HISTORIA de la UNED en su número 31, Pgs. 23-42).
Don Francisco de Benavides tuvo dos pasiones
desmedidas: la una, la referida Grandeza de España para la Casa y la otra, su
fervor por el arte pictórico.
Italia para los IX Condes de Santisteban del Puerto
fue un renacer al arte, no en balde su labor de fomento y mecenazgo es un
ejemplo de atesoramiento artístico nobiliario.
Como concreción de todo ello la profesora Gloria
Marisol Cerezo San Gil enfocó su tesis doctoral precisamente en ello, en el
ejemplo del IX Conde de Santisteban; la tesis doctoral se titula “La colección artística de los IX Condes de Santisteban (coleccionismo de cuna napolitana en casas nobles españolas a finales del siglo XVII)".
Este post se ha querido centrar en uno de los
pintores que más influyó en el conde y en una de sus obras.
El pintor es Luca Giordano, que vendría a España de
la mano del Conde y que entre otras muchas obras se le recuerda por los frescos
de El Escorial.
La estrecha relación del Conde con Giordano se
tradujo en aproximadamente 80 obras que engrosaron extraordinariamente la
Colección de la Casa de Santisteban del Puerto.
Don Francisco de Benavides Dávila
y Corella, IX Conde de Santisteban del Puerto y Virrey de Nápoles
Luca Giordano, autorretrato
Hemos hablado del autor y ahora de una concretísima
obra: “La familia del Conde de Santisteban” o “Un Homenaje a Velásquez".
Bajo estos dos títulos se concreta un cuadro.
Enigmáticamente.
El cuadro no fue uno de los que quedó en los caudales
de la Casa de Santisteban y a día de hoy pertenece a las colecciones de la National
Gallery (de Londres) en Trafalgar Square.
Y acudimos literalmente a las señas y descripciones
que ofrece la propia National Gallery:
Key facts
Full title |
A Homage to Velázquez |
Artist |
Luca Giordano |
Artist dates |
1634 - 1705 |
Date made |
about 1692-1700 |
Medium and support |
Oil on canvas |
Dimensions |
205.2 x 182.2 cm |
Acquisition credit |
Presented by Lord Savile, 1895 |
Inventory number |
NG1434 |
Location |
Not
on display |
Collection |
Main Collection |
Título completo: Un homenaje a Velázquez
Artista: Luca Giordano
Fechas del artista: 1634-1705
Fecha de la obra: 1692-1700
Medio y soporte: Óleo sobre lienzo
Dimensiones: 205,2 cm x 182,2 cm
Crédito de adquisición presentado por Lord Savile,
1895
Número de inventario NG1434
Ubicación no expuesta
Colección: Colección principal)
La descripción nos arroja más luz (o menos):
A Homage to Velázquez
Luca Giordano
Overview
The title of this painting originates from the idea
that the man seated in the centre represents Diego Velázquez at the Spanish
court, surrounded by royal personages and prominent humanists. The main figures
in Velázquez’s Las Meninas (Prado Museum, Madrid) – including
Velázquez himself (wearing the red cross of the Order of Santiago) and the
young Spanish princess Margarita – were believed to be the central protagonists
in this painting too. The two men below were thought to represent Juan de
Pareja, Velázquez’s former slave and later assistant (lower left), and the
Spanish writer Francisco de Quevedo (lower right).
This theory has since been discounted. A more
convincing interpretation has been put forward, identifying the main figure as
the Count of Santisteban, with his daughter and members of his household. On
his sleeve he wears the red cross of the Order of Santiago, of which he became
a member in 1672. The count was ruler (viceroy) of Naples between 1687 and
1696, after which he returned to Spain. We know that he owned a ‘large sketch’
by Luca Giordano, the description of which matches this painting. The man
wearing pince-nez (spectacles without arms) is Giordano himself – the artist
may have included a self portrait in reference to Velázquez doing the same
in Las Meninas.
Giordano moved to Spain in 1692, and this painting
probably dates from between 1696 (the year in which the count left Naples for
Madrid) and 1702 (when Giordano returned to Naples). It was during his time as
court painter in Spain that Giordano had the opportunity to study Velázquez’s
works, which made a considerable impression on him. According to the
seventeenth-century painter and biographer Antonio Palomino, the Spanish king
Charles II showed Giordano Las Meninas and asked him what he thought
about it. Giordano replied, ‘Sir, this is the Theology of Painting’.
Our painting was thought to be by Velázquez in the
nineteenth century, when it was owned by the notable British artist Sir Edwin
Landseer (1802–1873). He, like others, must have admired the work for its
confident handling of paint and sketch-like quality. The artist has intentionally
left the brown preparation ground exposed in a number of areas, and the figures
centre left are barely worked up at all. The loose brushwork throughout gives
the scene a dynamic sense of immediacy – the leaping spaniel in the foreground
is a particularly lively detail.
Un homenaje a Velázquez
Luca Giordano
Descripción general
El título de este cuadro tiene su origen en la idea
de que el hombre sentado en el centro representa a Diego Velázquez en la corte
española, rodeado de personajes reales y destacados humanistas. Se creía que
las principales figuras de Las Meninas de Velázquez (Museo del Prado, Madrid),
incluido el propio Velázquez (con la cruz roja de la Orden de Santiago) y la
joven princesa española Margarita, también eran los protagonistas centrales de
esta pintura. Se pensaba que los dos hombres de abajo representaban a Juan de
Pareja, ex esclavo de Velázquez y luego asistente (abajo a la izquierda), y al
escritor español Francisco de Quevedo (abajo a la derecha).
Desde entonces, esta teoría ha sido descartada. Se ha
planteado una interpretación más contundente, identificando al personaje
principal como el Conde de Santisteban, con su hija y miembros de su casa. En
la manga luce la cruz roja de la Orden de Santiago, de la que ingresó en 1672.
El conde fue gobernante (virrey) de Nápoles entre 1687 y 1696, tras lo cual
regresó a España. Sabemos que poseía un "gran boceto" de Luca
Giordano, cuya descripción coincide con esta pintura. El hombre que usa
pince-nez (anteojos sin brazos) es el mismo Giordano; el artista puede haber
incluido un autorretrato en referencia a Velázquez haciendo lo mismo en Las
Meninas.
Giordano se trasladó a España en 1692, y esta pintura
probablemente data de entre 1696 (año en que el conde partió de Nápoles hacia
Madrid) y 1702 (cuando Giordano regresó a Nápoles). Fue durante su etapa como
pintor de la corte en España cuando Giordano tuvo la oportunidad de estudiar la
obra de Velázquez, que le causó una gran impresión. Según el pintor y biógrafo
del siglo XVII Antonio Palomino, el rey español Carlos II mostró a Giordano Las
Meninas y le preguntó qué pensaba al respecto. Giordano respondió: "Señor,
esta es la teología de la pintura".
Se pensaba que nuestra pintura era de Velázquez en el
siglo XIX, cuando era propiedad del notable artista británico Sir Edwin
Landseer (1802-1873). Él, como otros, debe haber admirado el trabajo por su
manejo seguro de la pintura y su calidad de boceto. El artista ha dejado
intencionalmente el suelo de preparación marrón expuesto en varias áreas, y las
figuras del centro a la izquierda apenas están trabajadas. La pincelada suelta
le da a la escena una sensación dinámica de inmediatez: el perro de aguas
saltando en primer plano es un detalle particularmente vivo.