domingo, 12 de julio de 2020

EL CONDADO COMUNICA


Gabriel Carrasco Hurtado

Nos ha gustado, sin entrar en el contenido, esta comunicación de los ayuntamientos de la comarca a los ciudadanos: el Condado sigue vivo.
Si hacemos un análisis somero de derecho público el comunicado es correcto porque se hace mención de cada uno de los ayuntamientos.
Cada uno de los ayuntamientos y dentro de ellos el órgano competente y en atribución de sus competencias decide una suspensión y hace comunicación a los vecinos.
No haría falta (en este caso sí, por otras cuestiones) una comunicación conjunta de los municipios porque se presiente cierta ajuricidad: no hay una institución supramunicipal con personalidad jurídica propia y con delegación de competencias de los ayuntamientos.
La comarca, el Condado, para el caso, no es más que un espacio cohesionado sí, pero sin una institución de derecho público mancomunada.
El Condado con personalidad jurídica propia acaba entre la Constitución de 1812 y el régimen liberal de 1837. Se suprimieron las jurisdicciones señoriales y quedaron los ayuntamientos que antes o después fueron asumiendo su autonomía local (que se consagra en la Constitución de 1978, arts. 137 y 140).
Pero insistimos: nos gusta este comunicado; hay una vocación de supramunicipalidad, hay un sentimiento de pertenencia al viejo Condado, subyace una necesidad y una unidad de destino que por supuesto es histórica.
Dos detalles:
En el encabezamiento y en mayúsculas dice .../… LOS AYUNTAMIENTOS DE LA COMARCA DE EL CONDADO.../…; la no contracción de la preposición de y el artículo el (DEL CONDADO) nos anuncia, y remarca, que estamos ante un nombre propio: EL CONDADO.
El segundo detalle es definitivo: la impresión de los escudos municipales de cada uno de los municipios no hace más que recordarnos las vetustas cartas de hermandad en la Corona de Castilla.
Nos remontamos a la edad media castellana cuando es costumbre las asociaciones concejiles para distintos fines políticos; de hecho es famosa la Carta de hermandad entre los Concejos de Córdoba, Jaén, Baeza, Úbeda, Andújar, Santisteban y Gonzalo Ibáñez de Aguilar, Sancho Sánchez y Sancho Pérez de Jódar, suscrita en Andújar el 10 de mayo de 1282 donde ya hay un despliegue de unos primitivos sellos concejiles.
Desde la Metafísica de Aristoteles sabemos que “el todo es más que la suma de sus partes”, quiere decir que las interacciones de las particularidades entre si totalizan una complejidad superior al conjunto de las mismas por separado.